El Mensaje de 1957 estimuló a los miembros de Cafh
a realizar y transmitir la idea de la Renuncia e hizo más
explícito el significado de la Participación,
explicando sus dos aspectos: Participar es compartir con
otros la riqueza espiritual que descubrimos a través
de nuestra comprensión y experiencias. Participación
también significa aprender de lo que encontramos
bueno y aplicable en las nuevas ideas, y aprender de los
descubrimientos que aparecen en la sociedad.
El Mensaje de 1960 contextualizó la Mística
del Corazón, diciendo que teníamos que sostenerla
sobre una base rigurosa de conocimiento, para poder evaluar
nuestras experiencias interiores y nuestras creencias con
mayor claridad, ya que la evaluación que podríamos
hacer, basándonos sólo en nuestras experiencias
subjetivas, tiende a priorizar nuestras impresiones de percepción
por sobre los hechos tal como ocurrieron.